Dos sabores complementarios que me acompañan al regresar a Madrid. Lucho por mi sueño, mi meta, mi proṕosito y pasión, pero con miedo. Hay días en que la dulzura de vivir el caminar hacia mi futuro me embarga. Me lo saboreo con tantas ganas. Se me llena el corazón al saber que contra viendo y marea persigo mi felicidad. También hay otros días que el amargo del temor ante la incertidumbre me aterra. Es un trago amargo que compunge mi rostro hasta en ocasiones sacar lágrimas. Pero lo complementario es necesario, te permite reconocer su opuesto. El bocado amargo me hace más dulce la felicidad.
Azúcar+/-Amargo utiliza elementos comestibles dulces y amargos para crear de manera escultórica una composición entre opuestos. La iluminación del fondo aporta a la convivencia de la luz con la sombra sobre un fondo gris representativo de la tristeza y la sensación de turbulencia ante la incertidumbre.
Azúcar+/-Amargo 1, 2020 (Chuches y tamarindo)
Azúcar+/-Amargo 2, 2020 (Rosquilla de Santa Clara con Kale)
Azúcar+/-Amargo 3, 2020 ( Palmeritas con gengibre)
Azúcar+/-Amargo 4, 2020 (Pastas de te con aceituna de Jaén)